
En palabras de Scott Thompson -CEO de la casa-, con esta drástica decisión pretenden dar "un importante paso de cara a la creación de un renovado Yahoo, mucho más sólido, pequeño, ágil, más rentable y mejor equipado para innovar tan rápido como los clientes y la industria requieren". El máximo responsable de la empresa ha ido un poco más allá indicando que "el objetivo es volver a centrarnos en nuestra finalidad principal -poner a los usuarios y a los anunciantes por delante- y para conseguir esta meta vamos a movernos agresivamente".
Más allá de estas cargadas declaraciones, la compañía no ha entrado en demasiados detalles sobre las medidas concretas con las que planea llevar a cabo esta reestructuración o las condiciones en las que se realizarán estos despidos. Aun así, la noticia no nos pilla precisamente por sorpresa, pues llega tras una larga lista de abandonos (y sonadas destituciones) en su cúpula directiva, así como resultados poco favorables en sus últimos balances financieros y continuos rumores de venta.
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