Nokia sigue luchando con fuerza para hacer frente a las pérdidas a las que se ha visto enfrentada la compañía, y acaba de anunciar como medida drástica el despido de 10.000 empleados antes del fin de 2013. Esta medida se engloba en un plan que pasa por cerrar plantas en Finlandia, Alemania y Canadá, así como por reforzar las campañas de marketing, y reducir esfuerzos en activos "no prioritarios". Las medidas pasan también por prescindir de los servicios de tres directivos, incluyendo el director de marketing Jerri Devard, así como de la responsable del área móviles Mary McDowell y el de mercados Niklas Savander.
Pero las medidas no terminan aquí: el gigante de Espoo ha anunciado la venta de Vertu al grupo EQT VI en un acuerdo que se espera que se cierre durante la segunda mitad del año quedándose Nokia con apenas el 10% de la compañía. Y parece que las malas noticias no llegan solas, puesto que el gigante finlandés ha tenido que provisionar la friolera de 1.000 millones de euros como costes de reestructuración para finales de 2013. Pero la firma no ceja en sus esfuerzos y seguirá invirtiendo como en la compra de Scalado y extendiendo su tecnología de mapas a "múltiples industrias".
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