Por favor no intenten esto en sus casas
Luke Evans y Josh Lake apuntaron a una versión bastante peculiar de realizar una cámara hazlo-tu-mismo. En vez de lidiar con plásticos, cintas u otros materiales optaron por una solución más simple: comerse un pedazo de film de 35mm y dejar que sus cuerpos hagan el resto. La prueba, una placa de rayos X (que probablemente haya contribuido a exponer el film):
Unos días después, ambos “fotógrafos” “rescataron” el film de la manera que están pensando y los escanearon con un microscopio de electrones. El resultado no muestran imágenes en si, cuestión algo imposible, sino más bien el daño que sufrieron los negativos por el paso de enzimas digestivas y, bueno, otras sustancias.
Las imágenes fueron expuestas en PILOT exhibition, en Hoxton Gallery.
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